Lola, Antonio y sus hijos junto a Chamalí (negro y blanco).

Cerca de 110.000 perros y 33.000 gatos son abandonados cada año en nuestro país. Casi la mitad de estas mascotas abandonadas son adoptadas.

Con esta frase nos enfrentamos al comienzo de este artículo a la cruda realidad de este país. Son datos actuales que nos indican el final al que se ven abocadas muchas mascotas. Parte de estos abandonos se producen porque el animal tiene un problema de comportamiento que a su dueño le molesta; o bien porque al adoptar al perro o al gato no hay un asesoramiento que evite que sean devueltos al refugio por un problema de comportamiento que se puede evitar perfectamente. En este último supuesto nos centramos para emitir un mensaje, que es el meollo de este artículo: se necesita asesoramiento especializado para incorporar una mascota a un hogar.

La semana pasada visitábamos a una señora que se dedica a adoptar perros viejecitos exclusivamente. Muy acertadamente nos decía que ella siempre los adoptaba mayores porque no tienen una oportunidad, además de que, según ella, se parecían mucho en su ritmo de vida al ritmo que llevaban ella y su marido 🙂 Su consulta era acerca de poder subir a los perros al coche para poder llevarlos al veterinario. Lo había intentado pero los perros no querían. Cuando llegamos allí y lo probamos vimos que, además de sobrepeso, sus perros tenían dolor en las articulaciones. No es que no quisieran subirse al coche, es que no podían.

Esta semana tenemos otro ejemplo de compromiso. Esta familia (en la foto) que habían decidido adoptar un galgo por contribuir a disminuir la cifra de abandonados, pero que ya tenían una gatita de 12 años que llevaba toda la vida con ellos; y nos pedían asesoramiento sobre cómo hacer la introducción para evitar problemas.

Lo principal en este caso es hacer una visita en su domicilio para analizar el ambiente ,y sobre todo, poder organizarlo todo para que cuando se empiece a introducir al perro su gata tenga su bienestar asegurado. Porque introducir un perro en una casa donde vive un gato es complicado. Una vez tuvimos todo esto evaluado, el siguiente paso era elegir el perro adecuado para Blanqui, su gata.

Adopta un galgo con una gataAntonio y Blanqui.

Ellos habían decidido que querían un galgo y acudieron al refugio Galgos en familia, donde una voluntaria, Marta, les había recomendado que nos consultaran sobre el proceso de introducción. Les recomendamos elegir a Chamalí, un cachorro de 7 meses que ya estaba conviviendo con dos gatos en casa de acogida con otro voluntario, Germán.

Y todo esto es solo el primer paso, todavía nos queda un segundo paso, que será la introducción de Chamalí en la casa donde vive Blanqui; y un tercero, la adaptación de Chamalí a su nueva vida y su educación. Hasta que Blanqui no se adapte a los cambios que hemos propuesto en su casa y que asegurarán su bienestar, no seguiremos el proceso… Y os lo contaremos.

Muchas gracias a familias como la de Lola y Antonio por darles a sus mascotas la mejor vida posible y por ofrecer una oportunidad a los que la necesitan.

Por Rosana Álvarez Bueno.

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  1. 27/10/2013

    El señor de la foto es mi tito

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