Hoy me gustaría compartir con vosotros, lo importante que es conocer el comportamiento de nuestra mascota.

En conocer me refiero, a saber que pautas y rutinas realiza prácticamente todos los días, que sitios son sus preferidos de descanso, cuáles son sus juegos preferidos, cómo come, si rápido si lento, como se relaciona con cada miembro de la familia, etc.

Es muy importante conocer todos estos factores, porque cualquier cambio, por muy sutil que nos parezca, puede hacernos sospechar enfermedad.

A veces, en la consulta,  nos preguntáis, y en realidad lo hacéis de forma intuitiva, como el que tiene un bebé: «no sé lo que le pasa, pero el paseo no ha querido darlo hoy», o «no se ha subido al sofá», «hoy no se ha comido toda su comida», «ha hecho sus necesidades en otro lugar». ¡Bien hecho¡ Estos cambios siempre tienen alguna causa.

Ellos manifiestan el dolor  de  formas diferentes a nosotros, muchas veces ni se quejan, simplemente si antes se subían a dormir al sofá ahora no se suben porque puede ser que les duela, bien por un problema osteoarticular o por otra causa de tipo médico. Sí, ellos también tienen dolor, pero su forma de manifestarlo es muy variada y depende muchísimo de cada animal, y en la mayoría de los casos esta manifestación  se puede apreciar sólo y exclusivamente a través de determinados cambios de comportamiento.

A menudo la manifestación conductual más frecuente de patología médica es la agresividad. Un animal que comienza a manifestar agresividad cuando nunca antes lo había hecho debe ponernos en alerta de que puede que algo le esté pasando. En los gatos también es muy frecuente la inmovilidad. Nos puede parecer que nuestro gato está muy tranquilo, y lo que ocurre es que está enfermo.

Por eso es tan importante que prestemos atención a su día a día y preferencias, ya que cualquier cambio en los componentes de su rutina o en las formas de llevarla a cabo, nos puede dar señales de que puede existir algún problema patológico en nuestro animal. La detección rápida de distintas patologías, puede evitar sufrimiento en nuestra mascota, además de mejorar el pronóstico, instaurando la terapia adecuada lo más pronto posible, dependiendo de cada caso particular.

Como responsables que somos de ellos, es importante que SI demos importancia a estos cambios de comportamiento y rutinas, y aprendamos a observarlos, para poder entender si en algún momento nos pueden estar diciendo: «no me encuentro bien», «me duele la tripa», «ay que dolor de espalda», «no me toques ahí que me duele», …

Desde aquí os animo a que prestemos un poco de atención en estos aspectos y aprendamos a escucharlos. Esto va a ser muy gratificante para nosotros y para ellos, y creo que se lo merecen.

Por Mª José Jiménez de Cisneros Vencelá.

Escribe un comentario:

*

Your email address will not be published.

© 2007 - 2021 Etolia · Etología Veterinaria