Después de ver en varios medios de comunicación la lamentable noticia del ataque de un perro infectado con rabia a varios niños, no nos quedaba otra que abordar este tema en nuestro artículo de los lunes.
Desde hace tiempo leemos y recibimos numerosos estudios que hablan de lo que supone para la salud de los niños la crianza de éstos con un perro en casa (o gato claro está). Mejoras en su sistema inmunitario, mejores aptitudes sociales, ofrece sentido de la responsabilidad, amor incondicional, y un largo etcétera de cosas positivas para nuestros pequeños.
Pero, ¿cómo hacer las cosas de manera correcta cuando existe el binomio niño+perro/gato, en casa? Desde nuestra experiencia hay algo extremadamente importante que los padres o familiares que convivan con ellos deben inculcarles: Respeto. Está claro que los niños, sobre todo en edades comprendidas entre 1 y 5 años de edad actúan en muchas ocasiones por imitación, con lo que si los adultos tratamos con respeto, cariño y educación a nuestro perro o gato el niño por consiguiente lo repetirá.
No obstante hay que tener en cuenta varios factores; si el perro llegó antes que el niño, tenemos que asegurarnos de que haya tenido contacto con aquéllos para que luego disminuyan las posibilidades de problemas de tolerancia hacia el crío. También está en nuestra mano que si sabemos que en algún momento de nuestras vidas tendremos un hijo, sobrino o nieto cerca, trabajemos para mejorar la relación de nuestro perro con los niños.
Se deben respetar sus momentos de comida y descanso sobre todo. Los adultos no debemos dejar que el niño moleste al perro mientras come o que si está durmiendo sea despertado de forma brusca. No debe permitirse que el niño juegue a tirarse encima del animal, ni a golpearlo con sus juguetes, sin embargo, será muy positivo que le ofrezca comida de su propia mano y que le otorgue caricias suaves a la vez que le dice cosas agradables.
No podemos exigirle al niño realizar determinadas tareas con el perro/gato, pero sí que colabore con nosotros en cosas básicas que hagan que aumente su sentido de la responsabilidad hacia su amigo de cuatro patas, por ejemplo, puede ponerle agua y comida en sus bebedero y comedero, puede ayudaros a la hora del baño, en el cepillado del pelo, puede jugar con él a lanzar la pelota… De esta forma conseguimos que aumente la autoestima del niño ya que se siente útil haciendo labores para/con su amigo y además se afianza el vínculo existente entre los dos.
Lo que nunca debemos olvidar, es lo siguiente: Bajo ningún concepto, deben estar solos niños y animales, ¡nunca!. De esta forma se evitan accidentes, en los que a veces tiene tanto que ver el niño como el perro o gato, un pisotón, un perro con dolor al que se le toca en el lugar mal indicado, un gato acorralado al que intenta acariciar… No debemos olvidar que son animales y ante una situación de estrés, dolor, etc pueden reaccionar de la manera más inesperada y que por supuesto queremos evitar. Son circunstancias que pueden ocurrir y que podemos y debemos evitar con la vigilancia de ambos mientras jueguen o estén juntos en la misma estancia.
Por último sólo añadir una cosa, todo aquel que ha convivido con animales desde niño sabe lo que aportan a nuestras vidas, no dejen que sus hijos se pierdan esa experiencia.
Por María Garrido Lázaro.
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Siempre a cuestas con el tema niños y perros o viceversa. El beneficio que se otorgan ambos es fantastico, si se hace correctamente. Uno encuentra una manada donde se siente protegido y querido, el otro se hace mas sociable a la gente, al entorno animal y al respeto por la naturaleza. Adquiere unas obligaciones (aunque no siempre las hagan). En fin es ABOLUTAMENTE saludable para ambos. Por desgracia esto no siempre se hace correctamente. TEngo varios vecinos que adquirieron un perro, pare dejarlo siempre en la rampa del garaje de su adosado. Con lo que eso conlleva de tener que aguantar a niños pasando a los que ladrar y estos incordiar. Si se escapa, considerara a los niños amiguitos, o esos seres que le joroban todos los dias. Resultado 90% de riesgo de accidente culpable el perro? SAbemos lo que la sociedad dirá, por que luego nadie estudia las circustancias del ataque. Tengo dos perros, un gato y dos loros , dos hijos, la mujer y menos con la mujer no llevamos fenomenal (je je je). Un saludo