Cuando un gato permanece mucho tiempo descansando, aún cuando pueda pensarse que está tranquilo, realmente puede ser todo lo contrario: el estrés es una de las causas principales que pueden llevar al felino al sedentarismo.

Para conocer cómo estimular a nuestro gato a hacer mayor ejercicio, entrevistamos a Rosana Álvarez Bueno, Veterinaria especialista en Medicina del Comportamiento de la clínicaEtología Veterinaria, quien nos menciona, en primer lugar, que la falta de ejercicio en el gatopuede ocasionar obesidad.

“La obesidad presenta una prevalencia de entre el 25 y el 30% en los gatos”,  dice, y advierte que esta condición incrementa el riesgo en el gato de padecer de enfermedades tales como diabetes mellitus, problemas del tracto urinario inferior (FLUTD), artritis y artrosis, enfermedades cutáneas, lipidosis hepática, intolerancia al ejercicio y problemas cardíacos. Estos riesgos  son razones más que suficientes para vigilar a nuestro gato, determinar a tiempo la existencia de algún problema y acudir al veterinario para tratarlo.

¿Por qué un gato se vuelve sedentario?

Si el sedentarismo es causado por estrés, éste puede estar ocasionado por diferentes razones, como por ejemplo la presencia de otros animales en el hogar con los que tiene que compartir el territorio; por cambios en la rutina de los propietarios, mudanzas, cambios en el espacio físico del hogar, presencia de otros gatos en el exterior; intentos repetidos por parte del propietario de acariciar y coger al gato; falta deenriquecimiento ambiental, castigos, entre otras causas.

También puede suceder que la inactividad se produzca por algún problema de salud. La especialista señala que los gatos, por su naturaleza de cazadores solitarios,  tienden a esconderse y mantenerse quietos para que su molestia no sea advertida. “Sabiendo esto, debemos estar más alerta cuando veamos a nuestro gato mostrar un comportamiento parecido”, aconseja.

Jugar con mi gato: cuestión de tiempo e imaginación

Afortunadamente, estimular el juego en el gato es muy fácil y barato, ya que sólo se necesita un poco de tiempo y de imaginación. Teniendo en cuenta que la conducta de juego en el felino se basa en la caza,  va a querer perseguir y atrapar todo lo que se mueva delante de él. “Es muy importante no jugar con nuestro propio cuerpo, o el gato se acostumbrará a cazarnos manos y pies y luego nos arrepentiremos”, recomienda la veterinaria.

Podemos inducirle al juego con una simple bolita de papel de plata, lanzar bolitas de pienso al aire, con un rollo del papel higiénico, un gusano hecho con una cuerda, una goma elástica y otrosjuguetes caseros. Aprovechando otra de las conductas comunes en los gatos como es esconderse, podemos estimularlo a que se mueva si metemos juguetes y objetos que llamen su atención dentro de una simple caja.

Como la búsqueda de comida es otra de las habilidades felinas que podemos aprovechar para hacer que se mueva, también es posible esconder comida en cajitas o en sitios altos donde pueda subir y escalar.

Recomendaciones

Hay que tener cuidado de no dejar al alcance del gato objetos que pueda ingerir como hilos, cordones, lanas o piezas pequeñas. Tampoco deben usarse bolsas de plástico para los juegos debido al peligro de asfixia. En cuanto al juego con el puntero láser, es recomendable apuntar con éste algo de comida o algún juguete, pues de lo contrario, podemos causar frustración en el animal al perseguir algo que no puede cazar.

“Como dato importante, hay que tener en cuenta que el gato no jugará mucho tiempo seguido y que no hay que saturarlo. Es preferible jugar 5 minutos varias veces al día: a ellos les gusta más. Por eso, no hay que preocuparse si tras 3 minutos el gato se va”, comenta la especialista.

También destaca la importancia de cambiar los juguetes, rotarlos y traer siempre alguno nuevo, para estimularle más. Asimismo, aconseja el uso de Catnip para estimular al gato a jugar.

¿Qué beneficios tiene una mayor estimulación para el gato?

El juego constituye una necesidad en el gato, al igual que rascar, acicalarse o cazar. Es un comportamiento necesario para su bienestar físico y psicológico: un animal estresado puede sufrir una alteración en su estado inmunitario, lo que le predispondrá a sufrir cualquier enfermedad. En cambio, un  gato feliz es un gato sano.

Si se trata de un gato mayor, los juegos y la caza también seguirán formando parte de su conducta. No obstante,  hay que tener presente que pueden padecer de algunas patologías propias de la edad, como por ejemplo artrosis o cardiopatías que puedan restringir su capacidad de hacer ejercicio debido al dolor o al cansancio.

También hay que tener en cuenta la degeneración neuronal debida a la edad. La capacidad de aprendizaje y de concentración ya no es la misma. Por lo tanto, no deben exigírsele ejercicios con mucha dificultad mental o física. Es necesario ir adaptando la forma de jugar a la edad que vive el animal.

Por Rosana Álvarez.

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