¿Por qué es importante?
Los comportamientos destructivos, como morder cosas, rascar, saquear basura y cavar, pueden causar daños en el hogar o al animal y debilitar el vínculo con la familia.
Suelen ser comportamientos normales de la especie que pueden tener su origen en la conducta exploratoria, el juego y la búsqueda de comida, pero que resultan molestos en un entorno de convivencia con las personas. Por ejemplo, a todos nos resulta molesto que nuestro perro hurgue en la basura, haga hoyos en el jardín o muerda los muebles.
Aunque nos parezca mentira, hay animales que acaban siendo abandonados por este motivo, por lo que es muy importante saber prevenir estos comportamientos para poder actuar a tiempo, o bien identificarlos para poder reconducirlos antes de que se hagan crónicos.
¿Qué posibles causas podemos encontrar?
Como decía, dentro de las causas de esta conducta podemos encontrar conductas normales de la especia, es decir, los perros pueden destrozar cosas como parte de una conducta normal, por ejemplo:
- Conducta exploratoria en el cachorro o en el adulto.
- Conducta territorial, sobre todo en adultos.
- Olores o sabores atractivos de distintos objetos que incitan a morderlos.
- Conducta de nidificación en las hembras o de acomodación para dormir.
- Hambre: bien por falta de comida o por dietas de restricción de calorías.
- Juego.
- Cambio en la dentición.
- Falta de tolerancia a la frustración y bajo control de impulsos en los cachorros.
- Para escapar de algún sitio: habitación, jardín.
- Por respuesta a estímulos externos.
- Por búsqueda de presas.
Esta conducta suele estar más acentuada en cachorros y animales jóvenes, aunque tambien es normal en el adulto con menos intensidad, pero esto depende de la raza y del individuo.
También es frecuente que esté perpetuada por una consecuencia positiva, como escapar, o conseguir comida, contacto social o atención.
Pero hay otras causas que implican problemas en el animal o en el entorno:
- Trastornos relacionados con la separación en forma de ansiedad o frustración.
- Trastornos compulsivos, por ejemplo dermatitis acral por lamido.
- Frustración por barrera o confinamiento y deseo de escapar.
- Falta de tolerancia a la frustración y bajo control de impulsos en perros destetados tempranamente.
- Falta de enriquecimiento ambiental: pocos juguetes, poco variados o inadecuados, poco ejercicio, paseos frustrantes.
- Uso frecuente del castigo para educar o modificar la conducta.
- Demanda de atención.
- Miedos y fobias a ruidos.
- Pica.
- Problemas que cursan con dolor, como los ortopédicos, la osteoartritis, musculares, dentales.
- Problemas gastrointestinales.
- Insuficiencia pancreática exocrina.
- Problemas hormonales (tiroides o adrenales).
¿Qué tenemos que hacer?
Bueno, lo primero es identificar o diagnosticar la causa del problema con nuestro veterinario generalista y un veterinario especialista en medicina del comportamiento. Esto implica hacer pruebas veterinarias y además hacer un análisis global del comportamiento, no solo del problemático: conocer la rutina de vida del perro y visualizar vídeos si es necesario de sus comportamientos diarios, incluyendo cuando se queda solo en casa, además de las relaciones e interacciones con sus tutores y otros individuos con los que convive, ejercicio que hace, cómo son los paseos, cuántos y cuales son los juguetes de que dispone, qué y cómo come, dónde y cómo se queda cuando la familia no está en casa, qué cosas se han hecho para solucionar el problema, otros signos o cambios en la conducta.
Ya hemos hablado en el vídeo anterior de todas las posibles causas de esta conducta.
Es muy frecuente que exista falta de enriquecimiento ambiental, de contacto social y de ejercicio, además de uso del castigo, frustración y estrés y manejo inadecuado del paseo.
La edad, la raza y el origen son factores muy importantes a considerar, por ejemplo perros de caza que estarán mucho más motivados en la conducta exploratoria y depredadora, perros que proceden de refugios que necesitarán adaptarse, cachorros con la conducta exploratoria muy acusada y cambios en la dentición.
En cuanto a las causas médicas hay que tenerlas en cuenta siempre, pero sobre todo si la conducta se presenta por primera vez o repentinamente y está asociada con otros signos como poliuria, polidipsia o polifagia, cambios en el humor y en la actividad, trastornos gastrointestinales, ingestión de hierba o heces, lamido de superficies, postura de rezo, pérdida de peso, agresividad por protección de recursos.
También podría estar asociado con la toma de algunos medicamentos. Por ejemplo, los corticoides, los medicamentos anticonvulsivos o las benzodiacepinas aumentan el hambre y el perro puede robar comida o hacerse destructivo.
Así que se debería hacer una analítica de sangre y de orina, pruebas hormonales, examen ortopédico y radiografías.
¿Tiene solución?
Pues el pronóstico va a depender de la causa y del compromiso de la familia. Hay algunos perros que aun solucionando todas las causas predisponentes continuarán “haciendo de las suyas” en alguna ocasión, ya que su temperamento o niveles de energía los hacen tener unos requerimientos especiales. Y quizás estos animales no son aptos para cualquier familia, sino que necesitarán una que pueda atender esas necesidades.
Pero por regla general son conductas que tienen buen pronóstico y se pueden redirigir, aunque no sin esfuerzo, ya que requiere un compromiso constante. ¡Nadie dijo que fuera fácil!
¿Cómo lo resolvemos?
Lo primero por supuesto es tratar convenientemente las causas médicas que se hayan diagnosticado con el veterinario. Por ejemplo en casos de problemas gastrointestinales, hormonales o de dolor.
Si hay otros problemas de comportamiento identificados habría que ponerse en manos de un veterinario especialista en medicina del comportamiento y seguir todas las medidas que se propongan. Imagina un caso de ansiedad relacionada con la separación, una conducta compulsiva o un problema de fobia a ruidos. En algunos casos será necesario administrar una medicación como parte del protocolo de tratamiento.
Tendremos que saber que hasta que no se solucionen las causas subyacentes no desaparecerá la destructividad y, en algunos casos, la conducta puede haber sido perpetuada por el refuerzo, bien sea del tutor y bien sea un auto refuerzo, por lo que habrá que tratar esto en otro plano.
Las feromonas y los nutracéuticos tambien constituyen una parte complementaria de la terapia. Podemos usar Adaptil calm en difusor en el hogar o en collar para que lo lleve adonde vaya, Adaptil transport en spray en lugares concretos, como el coche o el transportín o Adaptil express comprimidos previo a situaciones estresantes o nuevas, como una visita a casa, un viaje o estancia en un hotel o cuidador.
En general, hay que asegurar que las necesidades individuales del perro están totalmente cubiertas y satisfechas:
- Una rutina de ejercicio físico diario suficiente (no vale hacer senderismo o salir en bici el fin de semana y no moverse de casa el resto de la semana, debe ser algo regular). ¡Cuidado con perros miedosos! Si hay un problema de comportamiento por el cual no es aconsejable salir a la calle habrá que tenerlo en cuenta y ver de qué manera se puede hacer.
- Entrenamiento con refuerzo positivo. Hay que fomentar el ejercicio cognitivo mediante el aprendizaje de conductas nuevas, habilidades, etc. el entrenamiento debe ser en positivo y adaptado al temperamento del individuo y a los problemas que subyacen. Por ejemplo, un perro con falta de tolerancia a la frustración y bajo control de impulsos necesita un ritmo lento y construyendo a base de pequeños éxitos.
- Juegos y juguetes: tanto los juegos como los juguetes deben ser adaptados a las necesidades y preferencias de cada perro y satisfacer las necesidades de exploración y experimentación. Se pueden hacer juegos de tirar, de morder, de olfateo y búsqueda (detección y mantrailing), de cobro, de excavar, … Los juguetes deben tambien cumplir diferentes objetivos y funciones: cognitivos, interactivos (para rellenar de comida), mordedores, dentales, pelotas, con tamaños y texturas diferentes, objetos para morder y satisfacer la conducta masticatoria.
Es fundamental evitar situaciones de riesgo, es decir, prevenir que el animal pueda coger o ingerir objetos diversos que le resulten atractivos y sean de valor o peligrosos (la basura, los teléfonos móviles, las gafas, libros, juguetes de los niños, ropa, alimentos, productos de limpieza, etc). No se debe dejar que el animal juegue con objetos que sean del mobiliario o del vestuario de la familia, sino que se le debe enseñar a discriminar qué cosas puede coger para jugar. Es muy útil tener una caja o cesta con sus juguetes siempre disponibles y enseñarle a sacarlos y a guardarlos allí y premiarlo siempre que lo haga así como redirigirlo si coge o muerde otra cosa.
La forma en que se administra la comida constituye en muchos casos un problema ya que hay individuos que necesitan una ingestión más frecuente, diferida o más tiempo de ocupación en la conducta (hacerla más interactiva) y pasan hambre. El hambre provoca mucha frustración y esta puede derivar a destruir y masticar otros objetos. Proporcionar su comida de manera interactiva y distribuida a lo largo del día rellenará vacíos de tiempo y fomentará su conducta exploratoria y consumatoria. Se pueden usar juguetes y comederos interactivos o bien de forma casera usando cajas, césped y otros objetos. También se puede jugar con los horarios de alimentación adaptándolos a sus preferencias.
El castigo en cualquiera de sus formas está contraindicado siempre. Lo único que se consigue con él es crear frustración y miedo, perder el tiempo y empeorar el vínculo con la familia así como el bienestar del animal.
Lo mejor, anticiparse y prevenir
La mejor manera de evitar que ocurra este problema es prevenir mediante un programa de enriquecimiento ambiental adaptado a cada caso. Los perros deben disponer de juguetes diversos que puedan utilizar y debemos enseñarles a discriminar qué cosas pueden morder y cuáles no y no proporcionarles para jugar elementos de nuestra ropa o enseres cotidianos.
Enriquecimiento ambiental
Se trata de convertir, construir o modificar el entorno y la rutina del animal para adaptarlo lo más posible a sus necesidades, tanto físicas como sociales y emocionales, con el objetivo de aumentar su bienestar como especie y como individuo y quenexperimente emociones positivas mediante los sistemas emocionales/motivacionales de juego social y de búsqueda/deseo.
Un programa de enriquecimiento tiene diferentes vertientes:
- Hay enriquecimiento físico:con elementos inanimados.
- Sensorial: estimulando los sentidos.
- Nutricional: mediante alimentos.
- Estructural: mediante diversas estructuras.
- Y enriquecimiento social: con otros individuos.
- Intraespecífico: de la misma especie.
- Interespecífico: de otras especies.
Medidas:
- Una manera muy fácil de enriquecer el entorno es proporcionar su comida de manera interactiva y distribuida a lo largo del día. Esto rellenará vacíos de tiempo y fomentará su conducta exploratoria y consumatoria. Se pueden usar juguetes donde se introduzcan su ración y comederos interactivos de distintas formas y tamaños o bien de forma casera usando cajas, césped y otros objetos para introducir y esparcir la comidas. También se puede jugar con los horarios de alimentación adaptándolos a las preferencias del perro, no necesariamente tiene que comer a la hora que le digamos.
- Una rutina de ejercicio físico diario suficiente (no vale hacer senderismo o salir en bici el fin de semana y no moverse de casa el resto de la semana, debe ser algo regular). ¡Cuidado con perros miedosos! Si hay un problema de comportamiento por el cual no es aconsejable salir a la calle habrá que tenerlo en cuenta y ver de qué manera se puede hacer. Se pueden practicar deportes caninos como el agility, el discdog, el bikejoring, canicross, etc. Siempre de manera asesorada, no se puede hacer deporte de cualquier manera o sin entrenar convenientemente. Los deportes caninos cumplen ademas una función de enriquecimiento social, ya que el perro los practica con la familia y se relaciona con otros individuos en algunos casos. Se puede hacer senderismo, nadar, siempre actividades adaptadas al individuo y con las que disfrute. El ejercicio tampoco puede hacerse a cualquier edad ni de cualquier manera. Tendremos que consultar con el veterinario sobre ello.
- Entrenamiento con refuerzo positivo. Hay que fomentar el ejercicio cognitivo mediante el aprendizaje de conductas nuevas, habilidades, juegos, etc. El aprendizaje es necesario para la estimulación mental, para tener un cerebro rico que pueda gestionar diferentes situaciones, mediante herramientas y estrategias. El entrenamiento debe ser en positivo y adaptado al temperamento del individuo y a los problemas que subyacen. Por ejemplo, un perro con falta de tolerancia a la frustración y bajo control de impulsos necesita un ritmo de entrenamiento lento y construyendo conductas a base de pequeños pasos y éxitos.
- Juegos y juguetes: tanto los juegos como los juguetes deben ser adaptados a las necesidades y preferencias de cada perro y satisfacer las necesidades de exploración, experimentación y consumación (para morder y satisfacer la conducta masticatoria). Se pueden hacer juegos de tirar, de morder, de olfateo y búsqueda (detección y mantrailing), de cobro, de excavar, … Los juguetes deben tambien cumplir diferentes objetivos y funciones: cognitivos, interactivos (para rellenar de comida), mordedores, dentales, pelotas, con tamaños y texturas diferentes, … En general recomendamos que el perro disponga de una variedad de juguetes en casa para que pueda experimentar y manifestar sus preferencias. Debe ser un numero suficiente (entre 5 y 10), ser variados (diferentes formas, texturas y funciones), estar disponibles siempre (aunque se le puede enseñar a tenerlos recogidos en un lugar determinado, como una caja o cesta) y rotarse para favorecer la motivación, así como sustituirse cuando estén rotos o sean peligrosos. Los juguetes pueden romperse, claro está, para eso están. No debemos caer en el error de no comprar más juguetes porque el perro los rompe o de comprarle solo juguetes muy duros por ese motivo. Las actividades que puede realizar un perro con los juguetes son diversas: manipular, lamer, masticar, morder, zarandear, sacudir, lanzar, cobrar, esconder, buscar, explorar, sentir, explorar, … Y para satisfacer estas actividades encontraremos en el mercado juguetes diferentes con formas diferentes, en algunos se puede esconder comida para que luego sean manipulados con el objetivo de obtenerla. También se pueden fabricar juguetes de manera casera, siempre teniendo cuidado de que no sean peligrosos, y practicar actividades en casa de búsqueda de tesoros o comida escondida o esparcida, ya sea en cajas, botellas, césped, tierra. De manera profesional podemos buscar cursos o clubes de detección o mantrailing por ejemplo, que ayudan a centrar y estimular el olfato.
- Contacto social. El perro es una especie social y como parte de su rutina diaria debe poder racionarse con otros individuos, ya sean perros, personas u otras especies y experimentar el juego social. Siempre teniendo en cuenta sus preferencias, su historia y si tiene algún problema para ello. Si un perro tiene problemas con otros perros o con personas no podemos llevarlo a un parque canino o a zonas con mucha gente. Tendremos que pedir asesoramiento para que se analicen sus problemas y se puedan tratar y por otro lado relacionarlo con individuos que sean de su agrado, ya sean perros o personas.
- Un paseo satisfactorio es una actividad necesaria y muy importante que cumple diversos objetivos: social, exploratorio, cognitivo, olfativo y ejercicio físico. El paseo debe hacerse de manera que el perro y el tutor disfruten por igual, aunque el principal beneficiado debe ser el perro. Un paseo inadecuado puede producir mucha frustración en el día a día, emociones negativas que llevarán al perro a manifestar conductas como la destructividad. Debe hacerse con correa larga y llevada destensada, arnés apropiado al individuo que no apriete ni comprima, dejando al perro olfatear, explorar, interactuar y moverse libremente. Si el perro no tiene problemas de miedo se le puede llevar por áreas diferentes para estimular sus sentidos y que no sea aburrido o demasiado rutinario. Otros perros sin embargo se beneficiarán de la rutina y la estabilidad de una zona segura y conocida.
Por Rosana Álvarez Bueno.
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